poemas del puño

Vengo hacia ti con las manos vacias. No tengo armas,pero, si soy obligado a defenderme, a defender mis principios o mi honor,si es cuestión de vida o muerte, de derecho o de injusticia,entonces aquí están mis armas: las manos vacias

lunes, 20 de septiembre de 2010

Bushidô "El Código de honor de los Samuráis"


Bushido fue un sistema ético, así lo conceptuó en su obra denominada con el mismo nombre el Dr. Inazo Nitobe. Este gran educador de Japón de fines del siglo XIX, con una gran autoridad en el tema y perteneciente a una familia con ascendencia de samuráis, sostuvo que la caballería, como orden o institución militar de la nobleza, es una flor tan originaria de Japón como su emblema, la flor de cerezo, que está viva de poder y belleza; y si bien no tiene una figura tangible, perfuma con su esencia la atmósfera moral. 
Bushido significa, literalmente, "modos militares de caballero"; es decir, las maneras que los nobles contendientes debían observar en su vida como en su vocación. El Bushido era los preceptos de la Orden de la Caballería, las obligaciones de esa nobleza guerrera. 
Era un Código no escrito de principios morales que debían cumplir los nobles guerreros y en el que eran instruidos. Consistía en algunas máximas transmitidas en forma oral, y en algunas ocasiones de la pluma de algún sabio guerrero. 
El Bushido no fue la creación de una solo persona, sino que fue el fruto de un proceso orgánicamente a través de muchas centurias de carrera militar. 
El surgimiento del Bushido en Japón fue simultáneo al ascenso al poder de Yoritomo, a fines del siglo XII. Cuando el feudalismo se institucionalizó como sistema político en el país del sol naciente, sólo una clase de guerreros profesionales, denominados Bushi, adquirió preeminencia. Los Bushi o Buké denominación sinojaponesa, significa literalmente, "caballeros que combaten". Los Bushi, luego denominados: Samuráis, que significa, literalmente, "guardias o acompañantes", constituían los caballeros acompañantes, que estaban al servicio del señor feudal para cumplir funciones militares, políticas-administrativas y de seguridad. Esta nueva clase noble fue la que caracterizó al sistema feudal japonés. Casta que se consolida como tal, al ganarse con su sacrificio y espíritu de lucha esas prerrogativas. Formada por gente de raza ruda que luchaba por vocación. Esta casta fue reclutada a lo largo de un sangriento período de guerras civiles continuas y sólo los más rudos, fuertes, hábiles para la lucha y aventureros que sobrevivieron, a esta, podría decir: "selección natural", formaron las familias y sus rangos, que dieron origen a esta nueva casta, denominados: Samuráis. En ellos se cimentó durante varios siglos el sistema político-cultural-institucional del feudalismo japonés. 
0rigen del Bushido: 
Antes del siglo XII, los guerreros denominados "Bushi", daban toda la importancia e interés a la eficacia y efectividad de las técnicas de combate, careciendo de preceptos morales. En esta época la vía moral no se había introducido en las frías y letales artes de guerra (Bugei). La única vía existente era la fe ciega al Emperador, que era considerado como una divinidad solar, o al Señor Feudal (Daimyo). 
El Budismo Zen, el Sintoísmo y las doctrinas de Confucio y Mencio fueron las fuentes que originaron el Bushido. El Budismo propiamente dicho, le proveyó un sentimiento de confianza en el destino, serena sumisión frente a lo inevitable, compostura estoica ante el peligro, desprecio por la vida y amigabilidad con la muerte. 
Éste enseña que tras la muerte se vuelve a vivir otra vez, mediante la creencia de la reencarnación "El Samurai nace para morir. La muerte, pues, no es una maldición a evitar, sino el fin natural de toda vida"; el Zen, por su parte, como doctrina, le aportó la meditación (Mokuso), enseñándole a alcanzar un nivel de pensamiento que no puede ser explicado, la practica de la meditación hace conocernos a nosotros mismo y no limitarnos en nada, es una forma de desapego al miedo, a la inseguridad y al fracaso. El Sintoísmo como dogma logró imbuir al Bushido de las dos características de la vida emocional japonesa: la lealtad al soberano y el patriotismo, incluye también la veneración por los ancestros y la piedad filial. El Samurai compromete su lealtad a su soberano y a su tierra. Esta religión le proveyó de conductas de vida recta y sencilla. Las otras fuentes del Bushido fueron: Las doctrinas o enseñanzas de Confucio y de Mencio. Confucio se basa en las cinco relaciones éticas humanas con el mundo, su familia y entorno, este da importancia a las 5 relaciones morales entre el Amo y Siervo (entiéndase: Emperador y Súbdito, o Maestro y Discípulo), Padre e Hijo, Esposo y Esposa, Hermano Mayor y Hermano Menor, Amigo y Amigo. El carácter sereno, benigno y experimentado de sus preceptos ético-políticos fueron particularmente los adecuados, como también, su tono aristocrático y conservador para los samuráis. 
También los conceptos doctrinales de Mencio ejercieron una gran influencia sobre el Bushido. Sus teorías con algunos contenidos democráticos fueron muy atractivos, y encontraron albergue en los corazones de los samuráis. Nitobe, en su obra, cita a un sabio francés M. de la Mazelière, quien resumió sus impresiones del siglo XVI con estas palabras: "Hacia mediados del siglo XVI, todo era confusión en Japón; en el gobierno, en la sociedad, en la Iglesia. Pero las guerras civiles, las costumbres que volvían a la barbarie, la necesidad de cada uno ejercer justicia por mano propia, constituyeron un hombre comparable con aquellos italianos del siglo XVI, quienes, según la frase de Taine, poseían la vigorosa iniciativa, el hábito de las rápidas resoluciones y las empresas desesperadas, logrando la capacidad de hacer y de sufrir. En Japón como en Italia, las maneras rudas de la Edad Media hicieron del hombre un soberbio animal, totalmente militante y resistente. Y por eso el siglo XVI mostró en el más alto grado la principal cualidad de la raza japonesa, la gran diversidad que uno encuentra allí tanto entre las mentes como en los temperamentos. Mientras en la India y en China los hombres parecen diferir principalmente en el grado de energía o de inteligencia, en el Japón se diferencian también por la originalidad de su carácter…" 
Las virtudes del Código Bushido que caracterizaron a los Samuráis, de los que escribió M. de la Mazelière, fueron las siguientes: La Rectitud, El Valor, La Benevolencia, La Cortesía, La Sinceridad, El Honor y El Deber. Constituyen la guía moral de estos nobles guerreros: "Sed fieles a él y vuestro honor crecerá. Rompedlo, y vuestro nombre será denostado por las generaciones venideras" 
1.- La Rectitud o Justicia (Gi)http://s3.subirimagenes.com:81/privadas/previo/thump_919529girectitud.jpg: es el más poderoso precepto del Código Bushido. Esta virtud fue definida como el Poder de Resolución. La rectitud es el poder de decidir una línea de conducta en concordancia con la razón, sin vacilar; de morir cuando es correcto morir; de golpear cuando es adecuado golpear. Sin rectitud ningún talento ni conocimiento puede convertir a un ser humano en un samurai. 
Mencio expresó que la "rectitud es un camino estrecho y rectilíneo, por el cual un hombre debería transitar para regresar al paraíso perdido". En tiempos en que el artificio astuto podía pasar por táctica militar, y la falsedad absoluta por ardid de guerra, esta virtud rectora, franca y honesta era la joya que brillaba con esplendor y el don más preciado del Japón feudal. 
2.- El coraje (Yu) o espíritu de osadía y resistenciahttp://s2.subirimagenes.com/privadas/previo/thump_919532yuucoraje.jpg: sólo se contaba entre las virtudes del Bushido si se ejercía con rectitud. Confucio define el coraje como el de "percibir lo que es correcto, y no hacerlo manifiesta la falta de coraje". En otras palabras, "El coraje es hacer lo correcto". Correr diferentes peligros, arriesgarse, caer en las garras de la muerte, todo esto se identifica con el valor; y en la profesión de las armas. El aspecto espiritual del valor se manifestaba a través de la tranquilidad de ánimo. La tranquilidad es el coraje en reposo, así como las acciones arriesgadas son su manifestación dinámica. El hombre verdaderamente valiente siempre está sereno; nada lo toma por sorpresa; nada altera su espíritu ecuánime. Es digno de admiración aquel hombre que, ante el peligro inminente de muerte, conserva su sangre fría, conserva su tranquilidad.- 
3.- La benevolencia (Jin) o el sentimiento de angustiahttp://s3.subirimagenes.com:81/privadas/previo/thump_919533jinbenevolencia.jpg: es una virtud superior, que sólo los caballeros (entendido como orden) que cuentan con los atributos de un espíritu magnánimo la poseen. Confucio y Mencio enseñaban que el requisito supremo para un gobernante es la benevolencia. 
Masamune expresó en un aforismo lo siguiente: "La rectitud llevada al exceso se convierte en rigidez; la benevolencia practicada sin medida cae en debilidad". La expresión "Bushi no nasake" , que significa la sensibilidad de un guerrero, suena como apelando a lo que había de noble en un samurái. Mencio enseñaba lo siguiente: "la benevolencia consigue dominar cualquier cosa que sosjuzgue su poder, del mismo modo que el agua somete al fuego: sólo dudan del poder del agua para apagar las llamas los que intentan extinguir con una taza de agua todo un vagón de leña ardiendo". 
Un pensamiento escrito en esa época por un príncipe de Shirakawa define la benevolencia de esta manera: "Aunque se acerquen sigilosamente a tu lecho durante las horas de la noche, estas cosas no deberás alejar sino amar: la brisa que acaricia las flores, el sonido de las campanas lejanas y el zumbido de los insectos en las noches heladas. Aunque puedan herir tus sentimientos, estas tres cosas tienes que perdonar: la brisa que dispersa tus flores, la nube que esconde tu luna, y el hombre que intente enfrentarse contigo". 
4.- La Cortesía (Rei)http://s2.subirimagenes.com/privadas/previo/thump_919534reirespeto.jpg: como virtud es la manifestación del cuidado por los sentimientos del otro, por el respeto a las posiciones por méritos reales. Pero será una pobre virtud si la cortesía actúa sólo por miedo a ofender el buen gusto. En su forma más elevada, la cortesía se aproxima al amor. La cortesía fue una gran adquisición para afianzar en la clase samurai el decoro. Éste le permitió alcanzar métodos apropiados de etiquetas ceremoniales, como resultado de largos procesos de observaciones para alcanzar esos métodos. Como ejemplo, puedo mencionar la ceremonia del Té "Cha-no-yu", que presenta ciertos modos definidos de manipulación de una taza, una cuchara, una servilleta, etc. Este método prescripto es el mejor para ahorrar tiempo y trabajo; en otras palabras, es el uso más económico de la fuerza y el más elegante. 
"El fin de toda etiqueta es cultivar tu mente para que, aun cuando estés tranquilamente sentado, ni el rufián más grosero se atreva a arremeter contra tu persona". Significa, que gracias a la práctica constante de las buenas maneras, se establece un orden armónico entre las partes y las facultades del cuerpo, y una armonía entre el ser y su entorno que expresa el dominio del espíritu sobre el cuerpo. El Cha-no-yu es más que una ceremonia, es un arte, una poesía que tiene como gestos los ritmos articulados, es un modo operable de la disciplina del alma. Concluyo con estas dos reflexiones sobre esta virtud: 
"Un guerrero recibe respeto por su forma de tratar a los demás y su firmeza en la batalla. La autentica fuerza interior del guerrero da su evidencia en tiempos de conflictos". 
"Un alma sin respeto es una morada en ruinas. Debe ser demolida para construir una nueva". 
5.- La Sinceridad (Makoto) o veracidadhttp://s3.subirimagenes.com:81/privadas/previo/thump_919535makotohonestidad.jpg: es otra virtud del Bushido; ya que sin veracidad, la cortesía es una farza y un espectáculo. Masamune sostiene que "el decoro llevado más allá de los límites correctos se convierte en mentira". 
Confucio por su parte, dejó entre sus enseñanzas lo siguiente: "la sinceridad es el principio y el fin de todas las cosas; sin sinceridad no hay nada". 
El samurai estaba convencido que su alto estatus social de clase noble demandaba un nivel de veracidad superior que el del comerciante o el del campesino. La expresión "Bushi-no-ichi-gon" o Samurai-no-ichi-gon", la palabra de un samurai era suficiente garantía de la verdad, lo definía todo. 
La palabra de un samurai es pura sinceridad, pues su palabra es acción. Todo cuanto diga lo realizará y nada ni nadie podrá detener su cumplido. No tiene necesidad de dar su palabra ni de prometer nada, el simple hecho de hablar es su promesa y palabra; hablar y hacer son la misma cosa. 
6.- El Honor (Meyo)http://s4.subirimagenes.com/privadas/previo/thump_919536meiyohonor.jpg: esta virtud implica una viva conciencia de la dignidad y de la valía personal, y caracteriza al samurai, nacido y educado para valorar los deberes y los privilegios de su profesión. La propia reputación, "la parte inmortal de cada uno, que deja de lado lo animal", es lo normal, y cualquier violación de su integridad es percibida como vergonzosa. Y el sentimiento de vergüenza "Ren-chi-shin" era uno de los que primero se transmitían en la formación de los jóvenes. 
Mencio enseñó que "la vergüenza es el suelo en el que crecen la virtud, las buenas maneras y la buena moral". 
En nombre del honor, se cometieron abusos en defensa del honor o actos que no encuentran justificación alguna en el Código Bushido. Los excesos en los que tendía a caer el código de honor tenían como contrapeso la predisposición de una actitud magnánima y paciente. Aquel que se ofendía por una simple provocación se lo ridiculizaba señalándolo como que tenía "mal genio". Un refrán popular decía: "Soporta lo que se cree que uno no puede soportar, eso es realmente soportar". El Shogún Ieyasu Tokugawa legó a la posteridad una máxima que dice: "La vida del hombre es como recorrer una gran distancia con una pesada carga sobre los hombros. No te apresures…, no censures a nadie, mantente siempre atento a tus propios defectos… La paciencia es la base para tener una larga vida." 
También Mencio dejó sus enseñanzas: "Aunque te desnudes y me insultes, ¿Qué me importa? No puedes mancillar mi alma con tu ultraje". "La cólera por una ofensa insignificante, según Mencio, es indigna de un hombre superior,…" 
Por las palabras de algunos seguidores del Bushido, éste podía hacer que alcanzaran un elevado grado de mansedumbre en nada marcial. Por ejemplo, Ogawa dijo: "Cuando las personas digan toda clase de cosas negativas sobre ti, no devuelvas mal por mal; antes reflexiona si has sido lo suficientemente cuidadoso para cumplir con tus deberes". Otra cita es la de Kumazawa: "Cuando las personas te acusen, no las acuses; cuando estén encolerizadas contigo, no les pagues con ira. La alegría llega sólo cuando la pasión y el deseo desaparecen.". Saigo por su parte dejó una muy sabia reflexión: "El camino es el camino del Cielo y de la Tierra; el lugar del hombre es seguirlo; por lo tanto, haz que el objetivo de tu vida sea venerar al Cielo. El Cielo me ama a mí y a los demás con el mismo amor; por lo tanto, con el mismo amor con que te amas a ti mismo, ama a los demás. Haz que tu compañero no sea un hombre sino el Cielo y, al hacer del Cielo tu compañero, actúa lo mejor que puedas. Nunca condenes a los demás primeros, ocúpate de alcanzar tu meta". 
Muy pocos llegaron a tener tan sublime magnanimidad, paciencia e indulgencia. Sólo las mentes ilustradas eran conscientes de que el honor "no surge de ninguna condición", sino que reside en el hecho de que cada uno haga bien lo que le corresponde. Mencio sostuve que "Amar el honor está en la mente de todo hombre; pero el hombre poco imagina que lo que es en verdad honorable está dentro de él y no en alguna otra parte". 
7.- El deber de la lealtad (Chugo)http://s2.subirimagenes.com/privadas/previo/thump_919537chuulealtad.jpg: era la piedra angular que hacía de las virtudes feudales un arco simétrico. La fidelidad personal es una adhesión moral existente entre los hombres de diferentes condiciones; pero sólo en el Código de honor caballeresco la lealtad adquirió una importancia extrema. Para el guerrero el haber dicho o hecho algo significa que ese algo le pertenece, es responsable de ello y sus consecuencias. Es intensamente leal para aquellos que tiene a su cuidado y fiel para aquellos de los que es responsable. Sus palabras son sus huellas, puedes seguirlas donde quiera que él vaya. 
"Solo hay una lealtad superior a la del Samurai hacia su Daimyo: la del Daimyo hacia sus súbditos". 
Como la vida era considerada el medio con el que se servía al Señor, y el ideal se centraba en el honor, toda la educación y el adiestramiento de un samurai se llevaban a cabo de acuerdo con estos ideales. 
En la época Meiji (1867-1912) el poder retorna al emperador Mutsu-Hito que accede al trono bajo el nombre de Meiji. La Corte Imperial se instala en Edo, que toma el nombre de Tokio. Es el fin del Shôgunato y comienza la apertura del Japón al mundo occidental. 
En 1869 hay una apertura de los puertos a las potencias occidentales, y finaliza en Hakodate, la resistencia feudal. 
En 1871 los samuráis fueron desposeídos de sus prerrogativas como clase noble. Comenzando la colonización del Hokkaido. 
En 1874 comienzan las reformas modernas del Japón, se liquida definitivamente el sistema feudal imperante por más de 900 años, y se constituye la primera Asamblea Popular. 
En 1876 se prohíbe llevar dos sables a los samurais, y un año después, tiene lugar la rebelión de Satsuma, dirigido por Takamori Saigô, contra la voluntad del Emperador Meiji de modernizar Japón. Los samurai rebeldes, fieles a sus principios, prefirieron utilizar sus armas tradicionales frente al ejército imperial formado por hijos de campesinos y artesanos en su gran mayoría, que emplearon las armas de fuego provistas por EE.UU. y Gran Bretaña, y entrenados por enviados militares de esas potencias. Este acontecimiento histórico selló la muerte definitiva del Japón feudal y de su clase guerrera, los samuráis. 
La apertura occidental y la nueva imagen que se pretendía mostrar de Japón a Occidente, hace que se prohíban también la difusión de las Artes Marciales desarrolladas en la era feudal, practicadas exclusivamente por los samuráis en las escuelas tradicionales (Ryu-Ha), las mismas fueron cerradas oficialmente, aunque muchas siguieron funcionando desde la clandestinidad. 
Este hecho histórico-político motivó a muchas maestros a buscar nuevos horizontes, dentro del nuevo Japón, creando los Budos modernos, otros maestros y profesores, los menos, pudieron llegar a Occidente, a Europa y a Sudamérica, entre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX para difundir el arte marcial de los samuráis y mantener viva su tradición. 
Por último, quiero citar un Credo Samurai (Anónimo del Siglo XVII). 
Yo no tengo parientes de sangre; hago de la tierra y el cielo mis parientes. 
Yo no tengo hogar; de lo más profundo de mi mismo, hago mi hogar. 
Yo no tengo poderes divinos; hago del mental cósmico mi poder. 
Yo no tengo medios; la sumisión y la calma son mis medios. 
Yo no tengo ningún poder mágico; la fuerza interior es mi magia. 
Yo no tengo ni vida ni muerte; hago de lo eterno la vida y la muerte. 
Yo no tengo cuerpo; hago del coraje mi cuerpo. 
Yo no tengo ojos; el resplandor del relámpago son mis ojos. 
Yo no tengo oídos; la sensibilidad son mis oídos. 
Yo no tengo miembros; el movimiento instantáneo son mis miembros. 
Yo no tengo ley; hago de mi protección mi propia ley. 
Yo no tengo estrategia; libre de matar y libre de dar vida es estrategia. 
Yo no tengo deseos; la oportunidad es mi deseo. 
Yo no tengo principios; la adaptación a las circunstancias es mi principio. 
Yo no tengo táctica; hago de lo vacío y lo lleno mi táctica. 
Yo no tengo talento; el espíritu veloz es mi talento. 
Yo no tengo enemigos; hago de la imprudencia mi enemigo. 
Yo no tengo armadura; hago de la tolerancia y la justicia mi armadura. 
Yo no tengo castillo ni patria; hago del espíritu inmutable mi patria y castillo. 
Yo no tengo espada; hago del estado que antes y allá del inconsciente mi espad

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